martes, 12 de febrero de 2008

En la Unión está la Fuerza

Después de más de 500 años de historia, nuestros pueblos latinoamericanos todavía no conocen el significado de la palabra unión: marchar todos en una misma dirección, halar para un mismo lado, apoyarses unos a los otros en una misión cualquiera. Muchos hispanos creemos que al unirmos, aunque sea cultural o economicamente, perdemos credibilidad nacional. Hace unos años atrás que se creó la Unión Europea; los franceses siguen siendo franceses, los alemanes alemanes, los ingleses ingleses, etc. La unión es algo que anima, fortalece y crea nuevas dimenciones en el pensamiento humano desde el núcleo familiar hasta las más grandes naciones.

El ejemplo mejor que puedo encontrar de unidad es el caso de los Estados Unidos de América. Cuando su independencia en 1776, se unieron los líderes de trece colonias que pronto se convertirían en los primeros trece estados de la Unión que hoy conocemos como los Estados Unidos de América. El progreso colectivo de esta Unión hizo que poco a poco se fueran uniendo otros estados hasta llegar a la cifra de cincuenta hoy día. Estos estados no fueron conquistados por una fuerza mortífera que los amenazaba pero que se unieron voluntariamente uno tras otros atraídos por el poder cívico de esa Unión. Y, aunque todos están regidos por esa fuerza federal que los ata a hacer sus gestiones de pueblo de ciertas formas y bajo ciertas condiciones, bajo las normas de una constitución que los iguala a todos, cada uno de esos estados elige sus propios gobernantes a todos los niveles estatales sin que el Gobierno Federal pueda interferir en el proceso. Y, aunque cada uno de ellos iza la bandera de la Unión (Bandera de Estados Unidos) nunca han perdido sus propios colores.

El incentivo más grande que todos ellos tienen es la libre comercialización entre ellos y el libre acceso de sus ciudadanos a estar o residir en cualquiera de ellos, sin importar en cual de ellos nacieran y sin requerir documentación alguna para hacerlo. Si yo quiero publicar un libro vamos a decir en Nueva York, usualmente, cuando ese libre sale a la venta se puede conseguir en más de 25,000 librerías, desde Florida hasta Alaska y desde California a Maine. ¡Eso es fantástico!

En nuestros países latinos vivimos restringidos por ideologías absurdas que solamente nos llevan a más pobreza cada día. Desde la Cumbre Latinoamericana celebrada en Guadalajara hace más de quince años, he estado dando seguimiento a estas cumbres que se llenan de muchas promesas pero de muy poca acción. No importa lo bueno o malo que sean nuestros líderes, solos unicamente seguiremos siendo un símbolo de historia. Una unión latinoamericana es imprescindible para nuestro futuro y esto no puede esperar. Necesitamos libre comercio, necesitamos una moneda común, necesitamos desmilitarización, necesitamos dejar de ser latifundios de Norteamérica, de Europa y hasta del Asia, necesitamos unión.

Me duele ver como nos volvemos ceniza y seguimos arrastrando con la llama que nos quema. Por alguna razón no podemos ver más allá de cinco dedos de distancia: miedo, avaricia, desconocimiento. Cualquiera que sea la razón es hora de quitarnos la venda de los ojos y pensar en nuestros pueblos. En los últimos 30 años el dólar de Estados Unidos perdió mucho valor en Europa y en el Japón pero esas desventajas las recuperó muchas veces más en Latinoamérica. En 1976 el peso dominicano estaba casi dos a uno contra el dólar (dos pesos por un dólar). Al mismo tiempo el marco alemán estaba cuatro por uno (cuatro marcos por un dólar). Hoy día la moneda de alemania es el Euro y éste está menos de uno por uno (un euro por un dólar). El peso dominicano, tristemente hablando ha caído treinta y tres a uno (33 pesos por un dólar). La diferencia es enorme y la culpa no es de Estados Unidos o de ningún otro país, la culpa es de nosotros por no estar unidos y por no saber como proteger nuestro suelo. ¿Qué nos ha pasado?

Desde mi minúscula posición en este continente nuestro, sólo puedo elevar mis palabras lanzándolas en un grito de desespero por nuestro pueblo. Todo aquel que tenga la facilidad de leer este mensaje y crea que tiene algún valor, por favor páselo a otra persona. Si no lo crees así páselo de todas maneras que quizás esa persona pueda ver mas allá de los cinco dedos. Creemos una unión en cadena y alguién tendrá que escucharnos, preferiblemente más temprano que tarde.

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