miércoles, 30 de enero de 2013

Luz Cabrera Vda. Vásquez

Tía Luz nació en Canca de los Cabrera, (hoy Canca Reparaciones), Moca, el 30 de enero de 1900 y murió en Santo Domingo en 1992, República Dominicana.

Su historia no fue nada común.  El Dr. Arnulfo Reyes en semblanza que le hiciera el 30 de enero del año 2000 dijo lo siguiente: 

"Las grandes personalidades, y Doña Luz lo fue, se asemejan a las estatuas, que a medida que uno se acerca a ellas, más grande nos parecen.  Es lo que me ha pasado a mí al reflexionar para hacer esta semblanza.  Doña Luz se me hizo inmensa!!".

Las palabras del Dr. Reyes en su reflexión de Tía Luz fueron solo fragmentos de la realidad interna de ella, del amor que le abrigaba por los suyos y por su pueblo.  Sí, ella fue maestra como era común entre las profesiones de las mujeres de esa época, fue telegrafista en el Gobierno de Horacio Vásquez y a la vez fue la primera mujer dominicana en montarse en una avioneta.  Ella conducía vehículos de motor y en general, en su tiempo hizo aquellos trabajos que usualmente eran para los hombres.  Aquellos que pudimos compartir el día a día con ella sabemos un poco más de lo que había dentro de su corazón y que muchas veces no hay palabras para describirlo.

En el 1955, su esposo, Augusto Vásquez, emigró hacia Nueva York para librarse de las garras de Trujillo.  Esto hizo que Tía Luz quedara al frente de su familia de seis hijos:  Bolívar, Hernán, Norma, César, Janette y Pura.  Un año después, verano de 1956, su hijo mayor, Bolívar, fue apresado por ser parte de una trama para asesinar a Trujillo en Moca, grupo liderado por su primo, Dr. Rafael Estévez Cabrera.  En ese entonces casi todos los Cabrera fueron arrestados, incluyendo mi padre Eliseo Cabrera Ariza.  Mas, Bolívar fue evaporado en las cárceles trujillistas dejando a Tía Luz ni siquera con una tumba donde llevar una flor a su hijo amado.

A pesar de las circunstancias adversas que le deparó el destino, cargó con la honra de su padre, General Eliseo Cabrera, Ministro de Guerra y Marina durante el Gobierno de Morales Languasco.  También de su tío, General Raúl Cabrera, quien ocupara la misma posición de su hermano.  La honra de su herencia la llevó consigo por todos los caminos de su vida con verdad y cinismo.  Cual ellos, Tía Luz fue una mujer valiente y decidida como pocos hombres lo son.  Su espíritu revolucionario no se quedó envuelto en el vaivén de las palabras pero que se puede redactar con hechos.

En el 1937, cuando la dictadura trujillista había mandado a eliminar casi a todos los haitianos en suelo dominicano, ella y su madre, Adela Arias, escondieron algunos de estos haitianos perseguidos salvándoles sus vidas.  Acto de esa naturaleza significaba un gran riesgo y una traición al sistema de Trujillo.  Estuvo vinculada con el movimiento clandestino del 14 de Junio, liderado por Manolo Taváres Justo y Minerva Mirabal, con las excursiones del 1959 por Constanza, Maimón y Estero Hondo, con el ajusticiamiento de Trujillo, con al insurrección de 1963, con la Guerra de Abril de 1965, etc.  Su casa en la Avenida Pasteur fue ametrallada por las tropas de Estados Unidos a causa de su visible participación en esa guerra.

Llegué a compartir con Tía Luz muchos momentos de alegrías y de tristezas.  Nunca tuve miedo a preguntar sobre nuestros antepasados y los acontecimientos de años anteriores y ella, nunca tuvo miedo a contestarme y a aclarar muchas de mis dudas.  Tal relación hizo que ella confiara en mí joyas históricas de la familia como lo son un cúmulo de poesías inéditas de su tío Raúl, como también un estribo de la silla que montara el General Eliseo Cabrera en la batalla se Los Montones, contra el General Demetrio Rodríguez.  Estoy seguro, además, de que hay cosas de las que hablamos que ni a sus hijos se las contara. 

Conocí a Tía Luz personalmente a fines de 1962.  Mi mamá se había ido para Puerto Rico y había dejado a mi padre con siete de nosotros, la más pequeña aún de meses.  A ese entonces mi padre no tenía una casa ni la manera de como darnos albergue.  Nos llevó cada uno a casa de familiares para que nos cuidaran, quién sabe por cuanto tiempo.  Llegó un punto donde todos teníamos donde estar menos una.  Fui con mi padre a casa de una de sus hermanas pero esta le dijo que no podía porque mi hermana era una niña enfermiza y necesitaba de mucho cuidado.  Yo estaba con él en ese momento y con mucha tristeza me dijo que vamos para casa de Tía Luz.  Fuimos caminando, ya que estaba solo a unas cuadras y Tía Luz, vestida de blanco y negro, nos recibió con una sonrisa de luz y unas miradas claras y directas a nuestros ojos..  Mi papá le explicó la situación en la que se encontraba y ella le dijo:

 "Traémela aquí, deberías traerlos a todos aquí". 

Desde ese día, aunque viví en casa de mi tío Pedro Manuel Cabrera Ariza hata que salí para Puerto Rico en agosto del 64, por lo menos una vez por semana venía a visitar esa casa, a ver a mi hermanita pero también a compartir con Tía Luz.

En 1967-68, por un período de unos seis meses me regresé de Puerto Rico y me vine a Santo Domingo.  La mayor parte de ese tiempo lo viví con Tía Luz en su casa de la Ave. Pasteur.  Ella hizo que me inscribiera en el Instituto Dominico Americano, al que asistí por un tiempo bajo sus consejos.  Por muchos años, siempre que visité mi país me hospedé en su casa.  Dos días antes de su muerte llegué a esa, su casa, de pasada en un viaje que tenía hacia Santiago.  Al entrar a la sala su hija, Norma, me dice: 

"Ya ella no reconoce a nadie". 

Tía Luz estaba silenciosa en una mecedora y yo me le acerqué por detrás, le pongo mis manos en sus hombros y le digo: 

"Tía Luz ¿Cómo se encuentra". 

Ella, con mucha seguridad me dijo: 

"Bien mi hijo, y Gloria ¿Cómo está". 

Gloria es mi madre.  Es decir que ella a mí me reconoció.

¿Cómo olvidar a Tía Luz?  Estoy seguro que de la misma forma que ella fue luz en mi camino, fue luz en el camino de muchos otros, además de sus hijos, que deben guardar recuerdos como los míos.  Tía Luz vive en mi corazón y nadie puede sacarla de donde está.

1 comentario:

Mechi Estévez dijo...

Saludos, Creo que somos familia. El Dr. Estévez fue familiar. Todavía vives en Rep. Dom? me gustaría hablar contigo más del tema.

mechi.estevezcruz@gmail.com