No sé si podré otra vez
pensar que tal vez un día
pensar que tal vez un día
de tu cuerpo y tu algarabía
la dicha tanta tendré.
La vida vuela y no sé
si estás en mi algarabía
la brasa que arde está fría
al parecer no hay porqué.
Hoy lejana te sentí
y pude en mi pensamiento
ver la sombra del silencio.
No te dejaré morir
pues por siempre he de escribir
para ti mis locos versos.